miércoles, 12 de diciembre de 2012

DEFENDER LA ARTESANIA ES UNA PRIORIDAD CULTURAL



Estamos indignados frente a la actitud descortés del Ministerio de Cultura contra los trabajadores del arte y gestores culturales del país, que en vez de tratarnos como  lo que somos y merecemos, se nos margina en cada evento popular como si fuéramos extraños. Es horroroso pensar que andamos pidiendo favores o limosnas como si fuéramos pordioseros. No estamos de acuerdo con   esa modalidad tan extendida de pagar para participar en ferias como si fuéramos paqueteros o buhoneros. Abogamos por la libre participación a estos encuentros culturales de forma gratuita y sin trabas. Más que un abuso, es una desconsideración obligarnos a  pagar mil pesos por día en la  XI Feria Nacional de Artesanía a celebrarse del 14 al 16 de este mes en el Parque Colón de la  Ciudad Colonial, donde son ellos quienes cargan con la gloria de nuestro sacrificio. Cultura debe  dejar  esa práctica ridícula de lastimar el talento de los  artesanos. Para eso se le asigna un presupuesto que sale de nuestros impuestos. Mientras se les niega  la participación a los artesanos alegando falta de dinero, se les ofrece toda cortesía a los animadores, cantantes, locutores, bachateros y payasos. Pido la difusión de este mensaje como muestra de sensibilizar a Cultura por el camino correcto. ¡Defender nuestra artesanía es una prioridad cultural! Gracias. 

jueves, 29 de diciembre de 2011

COMO DESVIAR LA ATENCION

No se si es una forma de desviar la atención a mis conceptos o un sabio ejercicio de distracción de la mente. Lo cierto es que no tengo el suficiente conocimiento para establecer la diferencia. Pero hay algo que me extraña. Cómo es posible que nosotros, menos entendidos en la materia, nos demos cuenta del diagnóstico sombrío de nuestra artesanía por culpa de unos cuantos maliciosos que controlan el comercio de la artesanía en el país. Siempre he criticado el tratamiento que dan los mercadólos a la artesanía. Quieren presentar un patrimonio cultural intangible como si fuera una pasta dental o un producto cualquiera. Los estamentos oficiales gastan millones de pesos y en dólares ofreciendo cursos, becas y talleres, entre otras actividades relacionads con la formación de artesanos. Yo mismo he sido un aprovechado de las disertaciones de tantos especialistas dominicanos, brillantes profesionales con capacidad de cátedra de cualquier universidad del mundo. Pero el hecho no es saber. El mundo esta conformado por millones de sabios. Personas que hablan más de diez, 12 y hasta veinte y 30 idiomas. Que tienen varios doctorados y maestrias y hasta escrito decenas de libros y cientos de folletos. Nada de esto basta para lograr sensibiliad. Comprender es mejor que saber cuando también se tiene la suficiente habilidad de conjugar la mente con el intelecto. Todos nuestros especialistas conocen al dedillo y en intimiad nuestros males, pero hacen poco por hacerlos público. Están situados en el mismo campo idiológico de los intereses mercuriales. Por eso es raro observar una posición contra la deshonestidad que vulnera nuestra identidad. Mucho pensarán en mi radicalidad. Que nada se puede hacer y que todo seguirá igual "suba el que suba". Los más generosos me dildarán de incoherente, que para mi sería un piropo. Otros, que soy un Quijote y los más o los menos que soy un aventurero de sueños. Todo puede ser verdad o mentira. Lo cierto y lo que me incomoda es cuando alguien trata de jugar con mi poco coeficiente de inteligencia, si es que todavía me queda alguna.

ARTESANO PARTE ATRAS

Quien no ha pasado ni de visita por el taller de un artesano nunca se dará cuenta del sacrificio que conlleva la elaboración de una pieza por sencilla que parezca. No es lo mismo mirar la artesanía desde una perspectiva sensacionalista detrás de un escritorio de un despacho confortable, que adentrarse en los sinsabores que genera la captación y selección de la materia prima para convertirla a golpe de talento en una pieza de arte. gastarse la vista, hundirse las pestañas, cortarse los dedos, inhalar sustancias nocivas, tragar polvos, quemarse las manos y padecer accesos alérgicos, son de las que dañan la salud del artesano. Pero es muy bueno desplazarse bien vestido y perfumado montado en una Pathfinder y un Blackberry en mano por los aislados talleres en busca de mercancías por cheles y ofrecerlas como propias a precios sumamente rentables. Pero más beneficioso aún es caminar por los cientos de distribuidosas de chucherías y bisuterías donde se pueden adquirir miles de piezas a un costo que permite la bonanza económica. Esa misma mercancía que disfrazada de artesanía llega puntual a nuestras ferias temporales. Los busuteros, los revendones, los intermediarios y los falsificadores venden más que los artesanos auténticos. Reciben mejores y mayores beneficios porque no trabajan la materia ni se doblegan ante la mesa de un taller. Sus capitales provienen del trabajo de los más necesitados. Mientras esta situación se prolonga nos acostumbramos más a este tipo de gestión pecaminosa como una actividad normal. Y yo sigo con mi paranoía de que algo se puede lograr en beneficio de nuestros artesanos auténticos. Esos artistas genuinos que andan por esas calles de la confabulación y el delito ofertando sus mercancías de forma clandestina a precios de hambre para llegar al hogar con unas cuantas monedas en el bolsillo.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

LA ESTAFA CONTINÚA...

Por considerarlo de interés reproduzco un reportaje del periódico Diario Libre de fecha lunes 18 de febrero de 2002 y de la Revista Rumbo, del 25 de febrero del mismo año. Justamente en febrero próximo hará diez años de su publicación y todavía persisten los mismos males y motivos sin que nadie haga nada. Aquí un extracto del contenido: "SANTO DOMINGO. La importación de piezas de barro desde colombia, Ecuador y México que son vendidas a los turistas como arte "dominicano", amenazan la supervivencia de los artesanos locales. Se trata de un negocio redondo para los falsificadores, quienes compran las piezas en grandes cantidades, a precios muy bajos, y lugo las colocan en las tiendas como muestras de la cultua taína de Quisqueya, que son las de más demanda. Esteban Guillén, de la tienda Cerámica Taína Hermanos Guillén, explicó que esa práctica constituye tanto falsificación como fraude: "A esa mercancía le ponen una etiqueta que dice que es manufacturada en República Dominiana, lo que no es verdad, además de que la venden como si fuera hecha a mano, cosa que tampoco es cierto. Anque todavía no hay cálculos oficiales respecto a las pérddas que estarían enfrentando los artsanos nacinales, Esteban Guillén tiene una ideas bastante acabada: "Por ejemplo, la pieza que yo despacho a RD$60 ellos la venden a RD$12. En consecuencia, las ventas de piezas dominicanas originales han bajado muchísimo, yo diría que en un 45%". Los trabajadores del barro se confiesan impotentes ante las pérdidas económias y morales que les supone la venta masiva de mercancías elaboradas con máquinas industriales (bajo la modalidad a granel) y que son oferdadas en las tiendas para turistas como muestras de la artesanía local. La estafa ya se hace sentir con fuerza en los libros de contabilidad de los artesanos: muchos de sus clientes prefieren adquirir piezas que llegan al país procedentes de Colombia, y Ecuado, y luego la etiquetan como dominicanas", en un acto fraudulento por el que, hasta el momento, nadie les pide cuenta. Esteban Guillén explicó las proporciones del engaño al expresar que el negocio es muy bueno para los falsificadores ya que compran a precio de fulgón y lugo venden como si se tratara de piezas hechas a mano. Agregó que muchos dueños de tiendas son tan descarados que hasta utilizan el texto con el que los artesandos de Yamasá identifican su o obra.

sábado, 17 de diciembre de 2011

ESTAMOS INDIGNADOS

Artesanos Indignados es un medio que da cara a la exclusión económica a que estan sometidos los artesanos auténticos de parte de los intermediarios ubicados en las principales plazas turísticas de la República Dominicana. Con esta voz, reclamamos un tratamiento digno a la vida y a la existencia como parte de un conglomerado que merece una mejor suerte, colocando personalmente sus productos, como lo hacen otros, sin presión ni favor. No solamente nos marginan e ignoran, sino que nos maltratan de tal forma que nos llevan al camino de la extinción. Ningún estamento oficial del Estado protege de verdad al artesano de forma activa y efectiva, que no sea el clásico tratamiento oportunista mediático para usarnos como relleno en los tradicionales eventos de ferias abiertas, donde también participan los revendones. La ausencia de una legislación de protección al artesano esta creando un vacio rayano en la decepción y el ausentismo. Ante nuestras críticas e indignación esperamos comprensión de las autoridades con retornos de propuestas que nos permitan accesar con libertad y sin trabas a los lugares prohibidos, convertidos hoy en ingentes centros de captación de la mayor parte del ingreso, que por concepto de artesanía genera el país cada año. Mientras esta situación persista, estaremos relegados a la marginalidad económica y el provocado, mientras los dueños del país se pasan la vida amasando fortunas como controladores y amos absolutos de la actividad financiera artesanal.